Afortunadamente, un equipo de especialistas puede brindarle un tratamiento muy efectivo a los niños que sufren de labio y/o paladar hendido o separado. El equipo de especialistas óptimo que debe atender a estos casos debe incluir:
Su médico pediatra.
Un cirujano especializado en desórdenes orofaciales, como un cirujano plástico o un cirujano máxilo facial.
Un terapeuta de lenguaje, preferiblemente con experiencia en la rehabilitación de estos casos.
Un audiologo que realice evaluaciones de audición.
Un médico Otorrinolaringólogo que resuelva los posible problemas otológicos.
Un Odontólogo general para que cuide el estado de salud de la boca del niño antes y después de la cirugía.
Un ortodoncista y ortopedista, es decir un odontólogo especialista en la fabricación de aparatos dentales artificiales.
Un periodoncista y rehabilitador Oral, odontólgos encargados de velar por el estado de tejidos, encias, conservación de piezas en tratamiento de ortodoncia y rehabilitación e implante de aquellas piezas dentales que el paciente pueda tener ausentes.
Él medica anestesiólogo, el cual trabajará en las intervenciones quirúrgicas, así como todo el equipo de enfermería necesario en el salón de operaciones.
Un consejero genético ( especialista en planificación general).
Un Psicólogo Clínico para tratar al niño en su desarrollo y al grupo familiar en su adaptación y manejo de problemas.
Un Oftalmologo , para diagnosticar y resolver los posibles problemas visuales que puedan presentarse en los pacientes de este síndrome, por la posibilidad de los trastornos asociados.
Un nutricionista, que velará por crecimiento, desarrollo del paciente y su control pre y post quirurgico. Junto con el terapeuta de Lenguaje establecerán las metas del tratamiento de terapia Miofuncional de la deglución.
Terapeutas en Pedagogía, para prevenir los problemas educacionales que el paciente pueda tener al haber iniciado tarde su desarrollo de lenguaje, adaptación a lentes, o inicio de lectoescritura.
Especilistas en Radiología el Imagen, estos médicos se encargan de contribuir a la precisión de los diagnósticos en cirugía y ortodoncia, en terapia de lenguaje apoyan la prueba nasofaringea a través de video, al encontrar en nuestro medio un alto porcentaje de cirugías con incompetencia velo faringea. Su diagnostico orientará al cirujano plástico, ortodoncista y cirujano máxilo facial hacia en siguiente tratamiento en el proceso.
Un trabajador social, el cual puede lidiar con algunos problemas sociales generales; en algunas comunidades deberá velarse para que el niño reciba una adecuada alimentación, un trato justo en su familia y en el medio que lo circunda, hasta en el escolar.
Un padre compañero, el equipo terapeutica de DILO, cuenta con padres de familia de niños con deformidades máxilo-faciales, así como pacientes adultos que prestan soporte familiar y de consejería a pacientes que inician sus tratamientos o los guian por sus procesos.
GENERALIDADES DEL TRATAMIENTO QUIRURGICO:
Este sigue una serie de fases a través de varios años. Las perspectivas generalmente cuando se siguen los pasos adecuados son muy buenas, mostrando, la mayoría de los niños una notable mejoría en su habla y en su apariencia física al llegar a la edad escolar. Los padres deben tratar de conocer al cirujano y tenerle suficiente confianza, asegurarse de que el equipo que atiende a su hijo se conozca e interactúe adecuadamente.
PROCEDIMIENTO PRIMARIO DE REPARACIÓN
El labio hendido es usualmente reparado durante los tres primeros meses de vida del niño. Esto es lo más adecuado.
El paladar hendido: algunos cirujanos difieren en sus recomendaciones sobre las separaciones del paladar blando y duro. Cada caso debe tomarse en forma individual y ser evaluado por el equipo, evaluando los diferente factores como: la salud general del niño, el crecimiento de su cara, etc. en los últimos años ha habido una tendencia a realizar cirugías en estos niños a muy temprana edad, antes de los dos años. Por regla general, la reparación quirúrgica del paladar duro, debe ocurrir entre los doce y dieciocho mese de edad; la reparación del paladar blando o velo del paladar entre los 18 y 24 meses de edad. El cirujano debe decidir esto según cada caso y el tipo de malformación que presente. Este debe estar en estrecha relación con el terapeuta de lenguaje quien comparte con el niño mayor tiempo y puede evaluar las dificultades en las funciones orales.
PROCEDIMIENTOS DE REPARACIÓN SECUNDARIOS
Estos procedimientos son los que ayudarán a reparar la incompetencia velofaringea y después, las cirugías cosméticas de la nariz o cualquier otro defecto físico que ayude a mejorar el aspecto de la cara del niño.
Para la incompetencia velofaringea se realizan generalmente los llamados colgajos faringeos, que consiste en tomar un colgajo del tejido de la pared anterior de la faringe (garganta) pegándole al paladar blando. De esta forma el paladar se alarga y hay una mejoría en el sello cuando el niño levanta el paladar blando para cerrar la cavidad nasal. Así se tiende a reducir el escape de aire por la nariz. Estos procedimientos se realizan generalmente después de los 3 o 4 años de edad y se combinan con la terapia del lenguaje para activar y mejorar la función del mismo con ejercicios específicos.
La faringoplastia es un procedimiento donde se implanta un material plástico (teflón) en la pared anterior de la garganta. Esto aumenta el volumen de esta pared muscular permitiendo que el paladar blando haga contacto al sellar o cerrar la cavidad nasal.
Las mejoras en la apariencia física de la cara incluirán las reparaciones de las cicatrices del labio y la alineación de la nariz. Estas se realizan generalmente cuando la cara ha terminado de crecer.
LAS TERAPIAS DE HABLA Y DEL LENGUAJE:
Todos los niños que sufren de labio y/o paladar hendido, tienen un alto riesgo de sufrir problemas de audición, habla y del lenguaje. La identificación temprana de estos problemas y la intervención médica conjunta, previenen ciertas secuelas que incluyen demoras en la aparición del lenguaje, mala articulación de los sonidos del habla y desordenes en la resonancia y la voz. Vida. También es importante la orientación que se le dé a los padres acerca de estimulación que debe recibir el niño desde recién nacido. Estas intervenciones del terapeuta del lenguaje deben comenzar desde que el bebé nace y durará periódicamente durante todo la primera infancia y otras veces abarcará mayor tiempo. Entre más temprana sea la intervención, menos problemas se irán sumando.
El terapeuta de habla y lenguaje o Fonoaudiologo, será el encargado de medir las disfunciones en el habla del niño antes de la cirugía y los cambios que se den como resultado de la misma. El terapeuta deberá trabajar muy unido al cirujano plástico y al máxilofacial, así como al protesista dental o al prostodontólogo, para ponerse de acuerdo en los aparatos dentales especiales que mejoren el habla del niño o sobre la necesidad de recurrir a nuevas cirugías. La terapia de Lenguaje será muy necesaria después de las cirugías. Este programa bien estructurado ayudará al niño a producir los sonidos correctamente a rehabilitar todas las funciones orofaciales necesarias para corregir los defectos en la resonancia y en la voz. Las terapias durarán según el caso y según la constancia y la ayuda que la familia presta en ella. Se recomienda un mínimo de tres sesiones semanales por un período que puede variar desde los seis meses hasta el año, según el o los defectos restantes y según cada niño tenga la capacidad para continuar mejorando. En algunos casos no se pueden obtener ni esperar resultados muy óptimos. Esto se podría dilucidar midiendo varios factores que se definirán más adelante.
Los aparatos dentales y ayudas para el habla ( aparatos protésicos) ocasionalmente los médicos recomiendan el uso de aparatos proféticos en vez de cirugía, para separar la boca de la cavidad nasal. Estos aparatos están hechos de una sustancia acrílica y están diseñados de forma similar a las chapas. La parte más importante del aparato en un bulbo plástico que rellena la abertura entre la boca y la nariz. Estos aparatos se llaman obturadores y elevadores de paladar. Adelantos más recientes en la tecnología médica han dado como resultado el desarrollo de un aparato dental para ayudar a los bebes a alimentarse. Estos aparatos se diseñan en cada caso en particular.
La asesoría genética es de vital importancia, ya que usted deberá discutir sus planes familiares con un consejero o médico genetista, quien le podrá dar la información sobre la tendencia que existe en su familia para tener hijos con estas malformaciones. Ello le permitirá tomar decisiones en un futuro.
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Preparado para pacientes de “Aboutface-Ecuador” y Fundación CRIANZA CENTRO MEDICO CRANEO MAXILO FACIAL
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